sábado, 31 de agosto de 2013

¿Somos lo que comemos?

Eat better, feel better
He leído muchas veces la afirmación "somos lo que comemos".
No sé si la comida nos define hasta ese punto, pero desde luego nos condiciona mucho, tanto física como emocionalmente, e incluso socialmente.
Cambiar de hábitos es complicado y hay que tener mucha determinación. 
Al principio te sientes mal, porque estás acostumbrado a comer mucho, o con desorden, o las dos cosas a la vez, pero he podido comprobar que en cuanto llevas unos días comiendo variado y sano, en cantidades moderadas y con un horario ordenado, te sientes mucho mejor. 
Todo esto suena muy bien, pero cambiar de hábitos también te pone un mal humor que no te aguantas ni tú misma... salvo que estés tan convencida de lo que quieres, tan determinada a conseguirlo, que lo haces encantada. A mi me ocurrió un par de veces, y adelgacé sin esfuerzo porque estaba con el chip bien encendido, pero en esta ocasión no lo he conseguido... aún.

viernes, 23 de agosto de 2013

El problema no es la comida

Cena de amigos con vino
He tenido problemas de peso desde que era adolescente y siempre me ha llamado la atención que mis amigas delgadas comieran de todo sin engordar. Cuando tienes sobrepeso, inevitablemente, te fijas en esas cosas. Después de un tiempo me di cuenta de que las que estamos siempre pidiendo leche desnatada, coca cola light, pavo sin grasa o sacarina, somos las gorditas, mientras que las delgadas toman de lo que hay sin complicarse la vida.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Lo que esconden los kilos

It´s never too late to change your life
Los kilos que nos sobran no son sólo el reflejo de todo lo que comemos de más. También esconden nuestros miedos, creencias erróneas, pensamientos irracionales, frustraciones, dolor, pérdidas...
Las personas que no sabemos exteriorizar o gestionar nuestras emociones -eso se lleva mucho ahora, gestionarlo todo- nos las comemos.
El hábito de comernos las emociones comienza pronto -en mi caso desde que recuerdo- y es difícil acabar con él porque en un momento de debilidad emocional lo que menos te apetece es preocuparte de lo que estás comiendo. Pero hay que hacerlo, hasta conseguir cambiar ese hábito.

lunes, 19 de agosto de 2013

Pensar en comida engorda

Se dice que uno atrae a su vida lo que tiene en su mente. Si lo piensas, esta afirmación, que podría parecer un poco esotérica, tiene todo el sentido.
Si estás convencido de que vas a conseguir algo, y mantienes ese pensamiento en tu cabeza, es muy posible que tengas éxito, porque estás motivado y harás lo posible por lograrlo. Llevando esta idea al terreno de perder peso, cuando empiezas a cuidarte es muy normal que pienses en comida, porque tienes hambre -real y psicológica- y porque tener que privarte de algo siempre genera ansiedad. Pero hay que tratar de quitarse ese pensamiento de la cabeza, porque pensar en comida engorda. Quiero decir que si piensas todo el día en comer, si es ese pensamiento el que mantienes en tu cabeza, tendrás más hambre e inevitablemente acabarás comiendo más. O peor, te aguantarás, pero estarás sufriendo. Yo ya estoy intentando cuidarme, así que comparto las dos cosas que hago para llevarlo lo mejor posible: la primera, tratar de estar entretenida con otras cosas, porque en el momento que estoy sin actividad, me da por comer. La segunda es comer un poco de lo que me apetece, sea lo que sea.

miércoles, 14 de agosto de 2013

El atractivo no está en los kilos

Dibujo chica guapa y gordita
Las personas con problemas de peso perdemos la perspectiva. Yo, en concreto, asumo que no voy a gustar a nadie con mi aspecto, y así voy por la vida...
Es curioso, porque he visto muchas veces cómo otras chicas que no destacaban físicamente, tenían éxito. La diferencia entre ellas y yo es que se aceptaban y se sacaban el mejor partido que podían, se sentían bien consigo mismas y dejaban brillar sus cualidades, las que fueran: simpatía, sentido del humor, capacidad de seducción...
De vez en cuando leo alguna historia sobre chicas con sobrepeso que se han aceptado tal y como son y viven estupendamente, sin trauma alguno. Se visten bien guapas y disfrutan como cualquiera, sin preocuparse de sus kilos ¡bien por ellas!
También es verdad que hay muy pocos casos de este tipo, porque hay que tener mucha personalidad, seguridad y autoestima para pasar de la presión social y de los cánones de belleza.
Yo tengo una edad en la que perfectamente podría unirme a este grupo, porque cuando realmente cuesta conseguirlo es cuando eres adolescente. Sin embargo, sigo queriendo adelgazar, aunque ahora mis motivaciones son otras.

lunes, 12 de agosto de 2013

Adelgazar 10 años

Chica vestido blanco
Adelgazar rejuvenece. Ese es el mejor y más llamativo efecto de perder peso. Un amigo mío adelgazó más de 30 kilos en menos de un año y todos reaccionamos igual al verle: ¡qué joven estás!
Era sorprendente, parecía que se había quitado 10 años de encima.
Siempre había tenido sobrepeso y un un día, sencillamente, se cansó. Comenzó a hacer ejercicio, poco a poco, -ahora corre habitualmente- y moderó mucho su alimentación. El cambio fue espectacular y muchos años después se mantiene perfectamente en su peso. Coincido con él en fiestas, celebraciones, y come igual que todos los demás -aunque sin la ansiedad de antes, que comía hasta que no podía más- y luego, en su día a día, se ha acostumbrado a moderarse con un resultado increíble. Nunca ha vuelto a engordar.

viernes, 9 de agosto de 2013

¿Te imaginas delgada?

Chica delgada en el campo
Imaginarme delgada es una de las cosas que más me cuesta conseguir, aunque sé que ayuda mucho en los procesos de adelgazamiento.
He subido y bajado tantas veces de peso que no logro creerme que pueda volver a tener un cuerpo delgado o, al menos, un peso saludable, y mantenerlo a largo plazo. 
El otro día estaba viendo fotos de hace unos años y me sorprendió verme bien en la mayor parte de ellas. Sin embargo, recuerdo perfectamente que entonces me veía gorda y quería adelgazar.
Con el peso que tengo ahora, en las fotos en las que estoy con 70 ó 75 kilos ¡me encuentro estupenda! ;)
En fin, tengo que recordar esto para no ser demasiado exigente con el peso que tengo que alcanzar para verme bien.
Creo que, con el tiempo, he perdido una idea clara de mi propia imagen. Cuando ahora paso por delante de un espejo me sorprende lo que veo: a mí misma totalmente deformada por los kilos.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Quiero dirigir mi vida

She believed she could so she did
Tengo la sensación de que soy una espectadora de mi propia vida. Las cosas van sucediendo -más bien pocas- y yo voy viendo los días pasar. No siento que sea yo la que tome decisiones y marque el camino, sino que, simplemente, voy pasando por mi propia vida como puedo.
Pero quiero que esto cambie: quiero dirigir mi vida, quiero tomar el control.
Muchas veces pienso -creo que ya lo he comentado alguna vez- en cómo habría sido mi vida si no hubiera tenido problemas de peso.
Esos problemas me han acomplejado, me han encerrado en mí misma, han hecho que dejara de hacer muchas cosas y que sintiera que no era capaz de hacer muchas otras. Han tenido una influencia definitiva -y negativa- en quién soy hoy.
La buena noticia es que el cambio es posible, para cualquier persona, en cualquier momento :)

lunes, 5 de agosto de 2013

Aprender de los errores

Your past mistakes are meant to guide you, not define you
No importa cuántas veces hayas fracasado tratando de adelgazar, ni cuántas veces lo conseguiste, para poco después volver a recuperar todos esos kilos, y algunos más de propina.
No ha sido tiempo perdido, aunque sólo sea por lo que podemos aprender de esos errores.
Lo importante, si sigues queriendo adelgazar, como es mi caso, es cambiar el enfoque.
Como dice la famosa frase de Einstein, que tanto se utiliza hoy: si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Párate, analiza qué no ha funcionado, cuáles han sido los fallos de tu método y los tuyos propios, y saca conclusiones.

viernes, 2 de agosto de 2013

Planificar las comidas

Bocadillo vegetal y pavo
Una de las cosas que más me revienta de las dietas, es el hecho de tener todo perfectamente planificado a varios meses vista. El día 24 de marzo te toca comer acelgas. ¿Y qué pasa si he tenido un mal día? ¿Y si por la razón que sea tengo más hambre ese día? ¿Y si me apetece comer otra cosa? (eso seguro, jejeje...)

jueves, 1 de agosto de 2013

La motivación surge en la acción

If you´re tired of starting over, stop giving up
Recuerdo una frase que solía repetir una psicóloga que trabajaba con trastornos de alimentación y sobrepeso "La motivación surge en la acción".
Decía que esta idea tenía mucha fuerza y que, sin embargo, se conocía muy poco. Para ponerla en marcha, ella animaba a sus pacientes a pasar a la acción, muy poco a poco. Si a una persona con sobrepeso le resulta imposible siquiera pensar en ponerse a hacer deporte -la mayor parte de estas personas suelen estar muy desanimadas, e incluso deprimidas, por acumular tantos fracasos tratando de bajar de peso- es porque creen que tienen que pasar de 0 a 100 de un día para otro: de no hacer nada a ir todos los días al gimnasio. La idea, al contrario, es empezar muy lentamente y con poco esfuerzo.