Tanto pesas, tanto vales

Me he sentido muy identificada con el post "¿Y ahora qué me falta?" de @B_Photolicious en WeLoverSize. Explica estupendamente esa sensación de vacío, ese ¡pues no era para tanto! que te invade cuando por fin, después de mucho sufrimiento físico y sobre todo mental, consigues ser una más de las mujeres delgadas que merece ser aceptada por todos.

Es entonces cuando te das cuenta de que las delgadas no son felices, al menos no por el hecho de ser delgadas. Esto me lo dijo hace tiempo una compañera de trabajo que era espectacular, tenía un tipazo estupendo y era realmente guapa. Pero no feliz. Ni siquiera estaba contenta con su vida. "Es que vosotras (entiéndase, las gordas) creéis que estar delgada es todo en la vida. Pero no es así".

Y es verdad. Como también lo es que cuando estás gorda es muy difícil que la obsesión por adelgazar no se convierta en una prioridad y que pienses que los kilos son la barrera que te separa de una vida mejor.

Porque adelgazar no da la felicidad, pero estar gorda la quita. Te la quitan todos los que te rodean y sólo hablan de ti y contigo en términos de peso. "Te veo más delgada"; "Esa ropa te hace mejor tipo"; "¿Estás embarazada?"; "No estás gorda, es que eres grande"; "¿No estás más redondita?". Ni una referencia a que acabaste la carrera; cero menciones a que has encontrado trabajo; indiferencia absoluta a que te va bien profesionalmente o en otras facetas de tu vida. Estás gorda. Y punto. Tanto pesas, tanto vales.

Por eso creo que es importante no dar al peso más importancia de la que tiene, ¡hay que seguir viviendo y disfrutando, al margen de lo que una pese! porque el día que te subas a la báscula y por fin veas el número soñado será un día como el de ayer y como el de mañana...  pero las experiencias que te perdiste porque estabas gorda y preferiste no ir, el tiempo que pasaste sufriendo, triste y obsesionada por ser diferente... ese ya no vuelve.

6 kilos menos

Peso inicial: 92.7
Peso actual: 86.7
Talla: 50
IMC: 30 (Obesidad Grado I)

Esta mañana tocaba báscula y este ha sido el resultado: he adelgazado 1 kilo en los últimos 15 días y un total de 6 kilos en un mes y medio. Ummm... antes me hubiera parecido un resultado malo, pero ahora creo que está bien. En primer lugar porque lo que se pierde despacio no se recupera rápido, como me ha ocurrido tantas otras veces. Y en segundo lugar porque no estoy a dieta, estoy comiendo de todo, simplemente moderando cantidades. Y cuando digo de todo me refiero también a tortilla de patata, pasta, paella, quesos, empanada, guisos... y todas esas comidas que están prohibidas en las dietas. Yo me controlo mucho con los dulces y los snacks, que es de lo que abusaba antes, pero nada más.

Controlar la ansiedad por la comida

Esta conversación en twitter con @Miss_Calorie y @Melona1983 me ha hecho pensar en el tema de la ansiedad. Al principio pensé ¿qué hago para vencer la ansiedad? nada...
¿Nada? hasta hace poco más de un mes la ansiedad era la madre de todos mis problemas, me dominaba absolutamente y me empujaba a comer dulces y bollos compulsivamente.
Y de repente, un día como cualquier otro, y después de varios intentos fallidos, empecé a cuidarme y la ansiedad desapareció.
Después de pensarlo un rato creo que no he aprendido a manejar la ansiedad, sino que he conseguido reducirla y controlarla porque estoy absolutamente mentalizada con mi proyecto. Y no ha sido un proceso rápido... he conseguido dar el primer paso y empezar a cuidarme tras más de un año pensando obsesivamente en cómo solucionar este problema, escribiendo sobre ello en el blog para tener presentes mis avances, buscando información, leyendo... ha sido un proceso de concienciación intenso sobre lo que quería conseguir y cómo hacerlo: adelgazar 30 kilos y no volver a recuperarlos.

5 kilos menos

Peso inicial: 92.7 
Peso actual: 87.7
Talla: 50
IMC: 30 (Obesidad Grado I)

¡Este primer mes cuidándome ha pasado volando! y en total he adelgazado 5 kilos :)
Estoy contenta con el resultado, aunque el día a día es complicado, especialmente porque me cuesta mucho organizarme para cocinar, algo que antes no hacía.
Me encantaba comer de manera desordenada y picotear lo que me apetecía cuando quería. Era un hábito, un placer, y una válvula de escape para afrontar el estrés diario de dormir poco, madrugar mucho, trabajar y afrontar las complicaciones y emociones de cada día.
Pero se me fue de las manos y acabó siendo un enorme problema... cuanto más comía, más necesitaba, y siempre de lo mismo: pan, bollos, dulces...
Así que, a pesar de que la logística no me resulta fácil, ver que mi esfuerzo va dando resultados me anima a seguir adelante. Ya no hay marcha atrás para mí, he bajado una talla y he dejado atrás la barrera de los 90 kilos... ¡nunca había pesado tanto y eso me agobiaba mucho!

Volver a disfrutar de las compras

El sábado por la tarde pude ir por fin a la tienda de Violeta by Mango de la calle Velázquez. Ya había comprado en la tienda online, pero quería echar un vistazo a toda la colección y probarme varias cosas. No sabía si la tienda era propia de Violeta o una de Mango en la que dejaban un espacio para esta colección... hasta que vi ese precioso escaparate y una estupenda tienda de dos plantas llenas de ropa bonita y juvenil... ¡de mi talla! 
Os aseguro que ha sido emocionante poder comprar en una tienda así con la tranquilidad de saber que podía ponerme toda la ropa sin tener que hacer la odiosa pregunta ¿hasta qué talla tenéis?
En Violeta by Mango te miran igual si pides una 40 que una 52. Y ya sé que hay otras tiendas con esas tallas, pero esta es la única que tiene el tipo de ropa que realmente me gusta ponerme.