MÉTODO


Después de mucho buscar, pensar y leer -sobre nutrición, deporte, psicología, hábitos, emociones...- y de observar el comportamiento de las personas delgadas (en plan documental de La 2 ;) he llegado a la conclusión de que este método es el único posible para que yo pierda peso sin sufrir y de manera definitiva:

01. A vivir que son dos días
Uno de los principales errores que he cometido siempre ha sido olvidarme de vivir por estar a dieta. Estaba obsesionada por lo que tenía que comer y cuándo, el ejercicio que tenía que hacer... eso marcaba mi agenda y dejaba de hacer cosas cotidianas y bastante más necesarias como quedar con mis amigos y echarme unas risas.
Es importantísimo ¡no dejar de vivir! cuando uno quiere adelgazar.
También hay que intentar entretenerse y, si es posible, divertirse. Entre otras cosas porque la soledad y el aburrimiento, por mi experiencia, son dos de los principales amigos del sobrepeso.

02. El poder de los pensamientos
Los pensamientos tienen un increíble poder sobre nosotros, nuestras emociones y nuestro comportamiento. Hay que estar muy atento a lo que nos pasa por la cabeza. Creo que si te esfuerzas en mantener pensamientos positivos en general, y sobre el proceso de pérdida de peso en particular, estarás con mejor ánimo y predisposición para arrancar y que todo vaya bien. Fuera pensamientos del tipo "es muy difícil", "no puedo", "he fracasado siempre", "yo soy así y no puedo cambiar"...
Una buena idea que a mí me ayuda es lo que yo llamo "la madre de los pensamientos" y que los psicólogos llaman visualizaciones. Se trata de tener en la cabeza un pensamiento-imagen que te motive. En mi caso es la de verme dentro de un año como deseo estar: siendo dueña de mi vida, tomando decisiones, sintiéndome serena, activa, libre y en paz tras haber conseguido superar mi relación problemática con la comida. No hablo de un peso porque a estas alturas lo que más me preocupa no es perder un número concreto de kilos en un determinado tiempo, sino estar en el camino y sentirme bien.

03. Tranquilidad, que viene de tranca
Por lo que he leído en foros de dietas durante años, todas las personas con sobrepeso y que queremos adelgazar tenemos algo en común: estamos desesperadas. Bien, yo ya he comprobado en mis generosas carnes que la desesperación sólo empeora la situación. Una manera de frenar esta desesperación por adelgazar es hacerse dos preguntas: ¿cuántos años llevas con problemas de peso? en mi caso, 25 ¿puedes dedicar al menos 1 a resolverlo? Sí :) Creo que la solución a cualquier problema, también al de la gordura, pasa por abordarlo desde la serenidad y el sentido común. Estoy gorda. Vale. ¿Qué puedo hacer para solucionarlo? Mantenerme serena, relajada y calmada es clave para encontrar una solución.

04. Desdramatizar
Estoy gorda. No hay que dramatizar. Son sólo kilos de más. Si sigo haciendo un drama de mi gordura sólo consigo complicarme más la vida. Creo que todos los problemas hay que abordarlos desde la mayor normalidad y naturalidad posible. Los dramas enlazan rápidamente con los pensamientos negativos, y eso no ayuda nada a la hora de solucionar un problema.

05. Comprometerse
Llegado el momento, hay que decidirse y comprometerse. Esta decisión lleva su tiempo y no tiene que ser precipitada, porque la única manera de triunfar en un proceso de adelgazamiento y después mantenerse delgado siempre es el convencimiento. No se puede vivir eternamente del esfuerzo, pero sí del convencimiento. Si estás realmente convencido de lo que quieres, desde la serenidad, es muy posible que lo consigas.

06. Flexibilidad
He aquí uno de mis mayores enemigos históricos: la falta de flexibilidad. En estos 25 años he ido de fracaso en fracaso, en gran parte, por no ser capaz de aceptar errores, por un exceso de perfeccionismo. Me planteaba un día de inicio, un objetivo de kilos, y al menor revés ¡zas! bajón y vuelta a los atracones. La flexibilidad es imprescindible y no me tatúo esa palabra en la muñeca porque ya estoy mayorcita ;)
Por mucho que moleste flaquear cuando uno se ha comprometido, hay que aceptarlo como parte del proceso. Es absolutamente imposible hacer todo perfecto, así que relax y buenos alimentos.

07. Conocerse
Al cambiar de estilo de vida de repente te encuentras con un montón de tiempo libre, todo el que antes dedicabas a picotear a todas horas. Para mí comer es parte de mi ocio, una parte importante, de modo que toca pensar qué actividades diferentes puedo hacer para llenar ese tiempo, y si es posible, divertirme. Siempre pienso que mi vida hubiera sido radicalmente diferente si no hubiese tenido problemas de peso. ¿Qué hubiera hecho todo el tiempo que he dedicado a comer, a sufrir por el peso, a leer sobre dietas, a planificar regímenes? es mucho tiempo... así que toca intentar conocerse, ver qué cosas podrían interesarme y entretenerme.

08. Care&Beauty
No hace falta esperar a estar delgada para cuidarse estéticamente y tratar de ir lo más guapa que una pueda. Estoy gorda, vale, pero eso no es excusa para ir espantosa. Todos conocemos a chicas gordas, pero muy lucidas, que se esmeran en vestirse bien, peinarse favorecidas y maquillarse. ¡Todo el mundo se puede sacar partido! y eso, además, ayuda a animarse. Yo últimamente voy horrorosa, lo reconozco :( con vestidos amplios que me echan 10 años encima y pasando de todo. Y eso tiene que cambiar.

09. Moverse
No es casualidad que no hable de hacer deporte. Hablo sólo de moverse porque para mí, que nunca he hecho deporte, moverme es suficiente. Me refiero a caminar todos los días un rato, básicamente. Es sano, gratis, tiene muy buenos resultados a medio plazo, y, lo más importante, es un tipo de ejercicio sostenible en el tiempo. A mí no me gusta el deporte porque siempre lo he relacionado con un esfuerzo puntual para bajar de peso, no como una actividad divertida. Con el sobrepeso que tengo ahora me parece suficiente caminar y llevar una vida más activa en general. Creo que la cantidad de deporte la debe medir cada uno, con sentido común, y depende de su sobrepeso, del ejercicio al que se esté acostumbrado a hacer, etc. En mi caso, que no hago nada, será suficiente con empezar a hacer un poco. El ejercicio moderado es muy bueno para todo, ánimo incluido, y voy a tomármelo como un momento de ocio saludable para mí y no como un esfuerzo para adelgazar.

10. No hacer dieta
Y llegamos al punto 10 con buenas noticias ¡nada de dietas! así, como lo lees. Exactamente como viven las personas delgadas. Las dietas son un sinvivir. Por eso las detesto. Hace ya varios años que las desterré felizmente de mi vida, y lo hice por lo siguiente: las dietas fueron el inicio de todos mis problemas. Tener alimentos prohibidos (todos los ricos y que más me gustaban) me generaba una ansiedad incontrolable que me llevaba a los atracones al menor revés emocional. El resultado ya lo he contado: hoy peso al menos 30 kilos de más.
Sólo tengo esta norma respecto a la comida: cuidar las cantidades y comer de todo, con orden. Respecto a las cantidades, todos las personas que estamos gordas somos expertas en calorías, así que es tan sencillo como moderar las cantidades. A mí me encanta la tortilla de patata, así que para perder peso comeré la mitad de la ración que me tomaría normalmente, ¡pero no dejo de comerla!. Sin embargo, si estás tomando un plato de verduras, puede ser grande. No hay que pesar nada ni complicarse la vida. Es realmente sencillo hacerlo bien. Por lo demás, comer de todo -que es muy saludable no tener nada prohibido- y muy importante: comer con orden. Yo si no cuido esto tiendo a estar picando todo el día. Ahora me adapto a las famosas cinco comidas - a veces seis, que la mañana se me hace muyyyy larga- y no dejo de comer -aunque cuidando las cantidades- lo que más me gusta: mis desayunos de pan con mantequilla o aceite incluidos (mi gran debilidad ;)
Este sistema te permite vivir en paz y no limita ninguna actividad social porque tú también puedes disfrutar de una buena comida, como todo el mundo, y todos debemos disfrutar de la vida, que sólo hay una :) ¡Mucho ánimo!